Fuente: British Medical Journal 2007; Advance online publication
Determinan si las mujeres embarazadas que son activas dan a luz hijos activos.
MedWire News: Las madres que son activas durante el embarazo tienen más probabilidades de tener hijos dinámicos que sus pares sedentarias, muestran los hallazgos de un estudio del Reino Unido.
Los investigadores hallaron que 5.724 niños nacidos de madres que realizaron caminatas regulares a paso enérgico y que fueron a nadar con frecuencia durante el embarazo fueron hasta 3 a 4 por ciento más activos que 3.651 niños nacidos de madres inactivas.
Los investigadores evaluaron los niveles de actividad en el embarazo entre 14.062 madres y los de sus hijos a la edad de 11 a 12 años. De las madres, 3.583 realizaron caminatas regulares a paso enérgico y 2.141 fueron con frecuencia a nadar durante el embarazo.
La actividad física de moderada a vigorosa fue definida como 3.600 o más cuentas por minuto (cpm) a lo largo de un período de monitoreo de 10 horas por día durante 3 días como mínimo.
El análisis de los coeficientes de regresión mostró que los niños fueron mucho más propensos a ser activos a los 11 a 12 años si uno o ambos padres habían sido físicamente activos cuando el hijo tenía 21 meses.
Tanto las caminatas prolongadas a paso enérgico como la natación realizadas por la madre durante el embarazo también aumentaron las posibilidades de que los hijos fueran físicamente activos.
Calum Mattocks (de la Universidad de Bristol, Reino Unido) y colaboradores concluyen: “Esto sugiere que fomentar la actividad física en los padres podría también influir en sus hijos para que se tornen más activos”.
Los investigadores hallaron que 5.724 niños nacidos de madres que realizaron caminatas regulares a paso enérgico y que fueron a nadar con frecuencia durante el embarazo fueron hasta 3 a 4 por ciento más activos que 3.651 niños nacidos de madres inactivas.
Los investigadores evaluaron los niveles de actividad en el embarazo entre 14.062 madres y los de sus hijos a la edad de 11 a 12 años. De las madres, 3.583 realizaron caminatas regulares a paso enérgico y 2.141 fueron con frecuencia a nadar durante el embarazo.
La actividad física de moderada a vigorosa fue definida como 3.600 o más cuentas por minuto (cpm) a lo largo de un período de monitoreo de 10 horas por día durante 3 días como mínimo.
El análisis de los coeficientes de regresión mostró que los niños fueron mucho más propensos a ser activos a los 11 a 12 años si uno o ambos padres habían sido físicamente activos cuando el hijo tenía 21 meses.
Tanto las caminatas prolongadas a paso enérgico como la natación realizadas por la madre durante el embarazo también aumentaron las posibilidades de que los hijos fueran físicamente activos.
Calum Mattocks (de la Universidad de Bristol, Reino Unido) y colaboradores concluyen: “Esto sugiere que fomentar la actividad física en los padres podría también influir en sus hijos para que se tornen más activos”.