Issue 23: 27 nov 2007
Fuente: British Medical Journal 2007;335:856 & 857 (27 October issue)
Fuente: British Medical Journal 2007;335:856 & 857 (27 October issue)
¿Deben las mujeres que quedan embarazadas ser aconsejadas de abstenerse de beber alcohol, o que el consumo bajo a moderado de alcohol es aceptable?
Esta pregunta fue el tema de artículos comparativos “En contra y a favor” del mes pasado en la revista British Medical Journal. El debate tuvo lugar a causa de recomendaciones aparentemente conflictivas hechas por organizaciones gubernamentales y profesionales del Reino Unido en el año 2007.
En el mes de junio, la Asociación Médica Británica (BMA) publicó el informe “Trastornos del Espectro de Alcohol Fetal”, en el que se recomendaba: “Las mujeres que están embarazadas, o que están considerando un embarazo, deberían ser aconsejadas de no consumir ningún tipo de alcohol”
También este año, el Departamento de Salud (DoH) del Reino Unido modificó su consejo, recomendando: “Las mujeres embarazadas o que intentan concebir deberían evitar beber alcohol. Si escogen beber, para minimizar el riesgo para el bebé no deberían beber más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana y no deberían embriagarse”. Previamente, el DoH había dicho solamente que las mujeres embarazadas o que intentan concebir no deberían beber más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana y que deberían evitar embriagarse”.
El DoH dijo que su modificación no sólo fue debido a la nueva evidencia científica sino para transmitir un mensaje levemente más fuerte a las mujeres que no reducen su consumo de alcohol a niveles apropiados.
Finalmente, en septiembre el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) del Reino Unido, que emite recomendaciones basadas en evidencias, publicó un informe preliminar, “Atención de Rutina para la Mujer Embarazada Sana”, para consulta.
Éste incluyó las siguientes nuevas recomendaciones: “Las mujeres embarazadas deberían limitar su ingesta de alcohol a menos de una bebida estándar (1,5 unidades según el R.U. ó 12 g de alcohol) por día y si es posible evitar el alcohol en los primeros 3 meses de embarazo. Las mujeres deberían ser informadas que el beber desmesuradamente (definido como más de 5 unidades estándar en una sola ocasión) podría ser particularmente dañino durante el embarazo”. Adicionalmente, las pautas preliminares del NICE establecían que beber no más de 1,5 unidades por día no parecía asociarse con un daño para el feto en desarrollo.
A Favor y en Contra
Los artículos comparativos de una sola página de la revista British Medical Journal se centralizaron en la pregunta “¿Es correcto que las mujeres beban pequeñas cantidades de alcohol en el embarazo?”
El asesor en obstetricia Pat O’Brien del “Institute of Women’s Health at University College London Hospitals”, R.U., quien se manifestó a favor, señaló que todavía no existen evidencias de que una ingesta de alcohol de baja a moderada en el embarazo tenga algún efecto adverso a largo plazo. El especialista enfatizó que sus razones no se basaban en que los bajos niveles de ingesta de alcohol fueran completamente seguros sino que debe respetarse la autonomía de las mujeres embarazadas.
Y escribió: “Ya no es nuestra función, en virtud de la falta reconocida de evidencias en esta área, hacer un juicio de valor (porque eso es lo que es – no un juicio médico) en nombre de nuestras pacientes, mucho menos de una mujer embarazada y sana. Sobre la base de la evidencia que proporcionamos, muchas mujeres optarán por la abstinencia como la opción más segura. Pero cada mujer tiene derecho a elegir”.
El facultativo dijo que el consejo más vigoroso de la BMA y el DoH, que en efecto recomienda la prohibición del alcohol, es la opción más fácil en respuesta a las investigaciones que indican que algunas personas no entienden qué es una unidad de alcohol o una “bebida estándar”. En cambio, los médicos deberían hacer esfuerzos por comunicar más claramente a las mujeres el significado de los límites seguros.
Vivienne Nathanson y dos colegas de la BMA de Londres respondieron “No” a la pregunta de British Medical Journal. En su artículo se refieren a las nuevas evidencias sobre los posibles efectos adversos del consumo de alcohol materno de bajo a moderado. Éste incluía sugerencias de los efectos en el sistema respiratorio y nervioso del feto, los posibles efectos en la salud mental y la conducta que se hacen evidentes en la infancia.
Los autores del artículo de la BMA señalaron que muchas mujeres no sabrán que están embarazadas durante la primera parte de su primer trimestre, y podrían continuar con su consumo habitual de alcohol, desconociendo los potenciales riesgos que tiene para el feto.
Y concluyeron: “Dada la actual incertidumbre respecto del nivel de riesgo para el feto en desarrollo, la falta de pautas claras, y la confusión acerca de los niveles de consumo, el único mensaje sensato para las mujeres que están embarazadas o planificando un embarazo debe ser la abstinencia total de alcohol”.
En el mes de junio, la Asociación Médica Británica (BMA) publicó el informe “Trastornos del Espectro de Alcohol Fetal”, en el que se recomendaba: “Las mujeres que están embarazadas, o que están considerando un embarazo, deberían ser aconsejadas de no consumir ningún tipo de alcohol”
También este año, el Departamento de Salud (DoH) del Reino Unido modificó su consejo, recomendando: “Las mujeres embarazadas o que intentan concebir deberían evitar beber alcohol. Si escogen beber, para minimizar el riesgo para el bebé no deberían beber más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana y no deberían embriagarse”. Previamente, el DoH había dicho solamente que las mujeres embarazadas o que intentan concebir no deberían beber más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana y que deberían evitar embriagarse”.
El DoH dijo que su modificación no sólo fue debido a la nueva evidencia científica sino para transmitir un mensaje levemente más fuerte a las mujeres que no reducen su consumo de alcohol a niveles apropiados.
Finalmente, en septiembre el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) del Reino Unido, que emite recomendaciones basadas en evidencias, publicó un informe preliminar, “Atención de Rutina para la Mujer Embarazada Sana”, para consulta.
Éste incluyó las siguientes nuevas recomendaciones: “Las mujeres embarazadas deberían limitar su ingesta de alcohol a menos de una bebida estándar (1,5 unidades según el R.U. ó 12 g de alcohol) por día y si es posible evitar el alcohol en los primeros 3 meses de embarazo. Las mujeres deberían ser informadas que el beber desmesuradamente (definido como más de 5 unidades estándar en una sola ocasión) podría ser particularmente dañino durante el embarazo”. Adicionalmente, las pautas preliminares del NICE establecían que beber no más de 1,5 unidades por día no parecía asociarse con un daño para el feto en desarrollo.
A Favor y en Contra
Los artículos comparativos de una sola página de la revista British Medical Journal se centralizaron en la pregunta “¿Es correcto que las mujeres beban pequeñas cantidades de alcohol en el embarazo?”
El asesor en obstetricia Pat O’Brien del “Institute of Women’s Health at University College London Hospitals”, R.U., quien se manifestó a favor, señaló que todavía no existen evidencias de que una ingesta de alcohol de baja a moderada en el embarazo tenga algún efecto adverso a largo plazo. El especialista enfatizó que sus razones no se basaban en que los bajos niveles de ingesta de alcohol fueran completamente seguros sino que debe respetarse la autonomía de las mujeres embarazadas.
Y escribió: “Ya no es nuestra función, en virtud de la falta reconocida de evidencias en esta área, hacer un juicio de valor (porque eso es lo que es – no un juicio médico) en nombre de nuestras pacientes, mucho menos de una mujer embarazada y sana. Sobre la base de la evidencia que proporcionamos, muchas mujeres optarán por la abstinencia como la opción más segura. Pero cada mujer tiene derecho a elegir”.
El facultativo dijo que el consejo más vigoroso de la BMA y el DoH, que en efecto recomienda la prohibición del alcohol, es la opción más fácil en respuesta a las investigaciones que indican que algunas personas no entienden qué es una unidad de alcohol o una “bebida estándar”. En cambio, los médicos deberían hacer esfuerzos por comunicar más claramente a las mujeres el significado de los límites seguros.
Vivienne Nathanson y dos colegas de la BMA de Londres respondieron “No” a la pregunta de British Medical Journal. En su artículo se refieren a las nuevas evidencias sobre los posibles efectos adversos del consumo de alcohol materno de bajo a moderado. Éste incluía sugerencias de los efectos en el sistema respiratorio y nervioso del feto, los posibles efectos en la salud mental y la conducta que se hacen evidentes en la infancia.
Los autores del artículo de la BMA señalaron que muchas mujeres no sabrán que están embarazadas durante la primera parte de su primer trimestre, y podrían continuar con su consumo habitual de alcohol, desconociendo los potenciales riesgos que tiene para el feto.
Y concluyeron: “Dada la actual incertidumbre respecto del nivel de riesgo para el feto en desarrollo, la falta de pautas claras, y la confusión acerca de los niveles de consumo, el único mensaje sensato para las mujeres que están embarazadas o planificando un embarazo debe ser la abstinencia total de alcohol”.